Alejandro Pérez García
Wabi
Sabi
Es
algo vago e indifinible,
¡Que
indifinible! ¡Que vago!
Sin
embargo, en él hay una forma.
¡Que
vago! ¡Que indifinible!
Sin
embargo, en él hay algo.
¡Que
oscuro! ¡Que profundo!
Sin
embargo, en él hay una esencia.
La
esencia es auténtica
y en
ella esta la sinceridad.
Desde
los tiempos mas remotos hasta ahora,
su
nombre nunca se separa,
por
medio de el se inspecciona toda cosa.
¿Como
reconocer todas las cosas en su esencia?
Por
medio de eso.
DAISET
SUZUKI,
El
zen y la cultura japonesa
Una vez leí que el
pecado original es la palabra, pues esta delimita, objetiviza,
divide; los monjes zen creen que las palabras son el mayor obstáculo
para captar algo con claridad. Es el dualismo tema constante en
muchas relgiones y filosofías. Aprendimos el estar separados.
El Wabi-sabi,
filosofía estética intangible y envuelta en siglos de misterio,
tiene sus orígenes en el pensamiento zen y taoíata. Se opina que
debe mantener sus cualidades misteriosas y elusivas porque la
inefabilidad es parte de su singularidad. Intentar explicar su
esencia sería, de hecho, empequeñecerla.
Pero a este lado
del mundo muchos dejaron de creer en lo mágico.
Según el Tao hemos
de aceptar someternos a un poder más elevado que el propio, evitar
forzar cualquier cosa que no ocurra de manera natural, aceptar el
fluir de la vida descartando cualquier doctrina y conocimiento
aprendido. Solo con esto encogería Occidente su ojete («abertura
pequeña y redonda, ordinariamente reforzada en su controno por
cordoncillo o con anillos de metal, para meter por ella un cordón o
cualquier otra cosa que afiance»)
Me pregunto si el
problema no será el sistema vertical que construimos. Tanto creyentes
como ateos se situan por debajo o por encima de todo lo demás.
El arte occidental
se preocupó por delimitar cada etapa o movimiento. ¡Cuantos ismos,
cuantos manifiestos! Y, a pesar de que cada uno tuvo su porque y son
testimonios vivos donde mirar es aprender del ser humano, tengo la
sensación de estar girando en espiral.
¿Cuantas veces
cantamos ya a la naturaleza, a la vida, a la esencia? Y la persona,
el individuo amputado, permanece en el núcleo, anhelando mimetizase
con el entrono.
Es su mirada lo que
modela la realidad, lo que lo individualiza.
"La naturaleza, en su virtualidad revela al hombre su naturaleza propia, permitiéndole superarse; el hombre al realizarse permite, a su vez, que la naturaleza se realice"
Llegados a este punto de la hitoria sería sabio traer a nuestras vidas los principios de humildad y austeridad que refleja el wabi-sabi.
Las cosas
evolucionan desde y hacia la nada,
otro de los silenciosos mensajes del wabi-sabi. La Vida o Realidad, a
nuestro pesar, seguirá su curso. La muerte, la impermanencia y la
transitoriedad; aceptar y reivindicar este conocimiento supondrían
una gran r-evolución.
“Esta
todo dicho”
y, mientras tanto, seguiré intuyendo: los que dicen no saben, los
que saben no dicen.
Un
viejo estanque,
al
zambullirse una rana,
el
sonido del agua.
BASHO
Alejandro Pérez García
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